En ESC, la adoración está en el centro de quienes somos. No se trata solo de música — se trata de encontrarnos con la presencia de Dios y responderle con todo nuestro corazón. Creemos que la adoración abre espacio para que los estudiantes sean transformados, sanados y recordados de quién es Dios. Ya sea cantando, orando, o simplemente estando en silencio ante Él, nuestro deseo es guiar a los jóvenes a una adoración auténtica que vaya más allá de un servicio y se convierta en un estilo de vida.

En ESC, el discipulado es más que una clase o un programa — es un estilo de vida. Creemos que cada estudiante está llamado a seguir a Jesús de manera profunda y personal. Por eso damos prioridad a los grupos pequeños, la mentoría y los momentos que ayudan a los estudiantes a construir una relación real con Dios. Nuestro corazón es ver a los jóvenes crecer en su fe, caminar en la verdad y convertirse en discípulos que hacen discípulos.

Creemos que los jóvenes no tienen que esperar para hacer la diferencia — pueden liderar y servir desde ahora. En ESC, empoderamos a los estudiantes a descubrir sus dones y usarlos para servir en la iglesia y en su entorno. Ya sea en cámaras, dando la bienvenida, o orando por otros, queremos que los jóvenes sepan que son una parte vital de lo que Dios está haciendo. Servir no es solo algo que hacemos — es parte de nuestra identidad.